Sesión del Club de Lectura Feminista de La Motora: Las brujas fueron las primeras feministas.
En una noche llena de reflexión, Afrikan Bar, una vez más, fue el escenario para desarrollar la sesión presencial del Club de Lectura de La Motora Feminista.
Desde las 7:30 p.m., el bar vibró con la energía de un homenaje dedicado a las mujeres que, en el pasado, fueron etiquetadas como brujas, pero que hoy recordamos como “las primeras feministas”.
El enfoque del evento fue diferente: en lugar de la tradicional lectura de un capítulo de libro, se optó por compartir el texto de Catalina Ruiz Navarro, del portal Volcánicas, titulado “Las Brujas Fueron las Primeras Feministas”.
El texto cita a Silvia Federici, autora de “El Caliban y la Bruja”, y en el conversatorio se adentró en el concepto de genocidio de mujeres durante las cacerías de brujas. La luz de las hogueras se convirtió en un símbolo impactante para dimensionar los efectos de las persecuciones.
En una atmósfera de reflexión, se abordaron las paradojas de la cacería de brujas en la Europa de la Edad de la Razón. Se desmitificó la idea de que la Ilustración trajo consigo la racionalidad al explorar cómo grandes pensadores de la época justificaron y participaron en la persecución de brujas.
El evento destacó el papel fundamental de las mujeres en la resistencia contra el sistema capitalista, subrayando la conexión entre las cacerías de brujas, la trata de esclavos y la conquista de América. Se abordó la manera en que las cacerías de brujas destruyeron familias y contribuyeron a la creación de poblaciones sin tierra.
El toque final del encuentro fue una reflexión sobre la figura de las “chicas malas” que desafían las normas impuestas. Las mujeres que fueron tildadas de brujas, y que hoy recordamos como precursoras, fueron en realidad luchadoras por los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad y la resistencia al sistema patriarcal y capitalista.
El Afrikan Bar se convirtió en un espacio de resistencia y conmemoración, donde las “brujas feministas” del pasado fueron recordadas y celebradas como las primeras víctimas y luchadoras en la resistencia antipatriarcal.